Descansa en el Señor
Es muy fácil distraernos en nuestro mundo. Estar ocupados es una enfermedad moderna, la cual sufrimos muchos de nosotros. Descanso es su opuesto y una de las cosas que el Señor vino a ofrecer. En Mateo 11:28-30 dice:
Mateo 11:28-30
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”
Jesucristo es el único que puede dar descanso a nuestras almas. Si tu alma está en confusión, si esta cansada, exhausta y muy cargada, entonces estas leyendo el pasaje correcto. ¡JESÚS vino a darte descanso! No vas a descansar cuando tus hijos crezcan o cuando te cases o cuando tu cuenta bancaria de números positivos. DESCANSARÁS SOLO SI CONOCES A JESÚS. SOLO SI DEPOSITAS TUS CARGAS EN SUS MANOS Y TOMAS SU YUGO FÁCIL Y LIGERO; SOLO ASÍ ENCONTRARÁS DESCANSO. Como la Palabra dice en Filipenses:
Filipenses 4:6-7
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
¡Por nada estés afanosos! ¡SI, por nada! Tus hijos, tu trabajo, tu salud, tus heridas, tus finanzas, tus otras preocupaciones. No hay NADA excluido en este estatuto. NO hay nada que nos pueda afanar. Y el verso avanza un poco mas y nos dice qué hacer en vez de estar afanosos: “sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” ¡PAZ! Para tener paz no tienes que acabar tal o cual proyecto o recibir tal o cual bendición ¡sino no estar afanosos por nada y depositar todo en el Señor en oración y súplica con acción de gracias! Es Su trabajo el CUIDAR de ti, mientras tu descansas en Él. Y descansando en Él ¡tienes poder! Vamos a ver lo que dice Isaías 30:15-18:
Isaías 30:15
“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.”
“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.”
Nuestra fortaleza está en DESCANSAR en el Señor. ¡En quietud y confianza! La quietud por ejemplo, podemos ver su importancia en la vida de Jesús: ¡Se levantaba muy temprano e iba solo a lugares apartados a orar! (Marcos 1:35). Necesitaba tiempos de quietud con el Padre. ¡Nosotros los necesitamos también! No necesitamos llenar nuestra agenda con cientos de actividades para continuar. No vamos a encontrar fortaleza en las diferentes actividades sino en quietud y confianza en Dios. En los momentos en que nuestro corazón está tranquilo y confiado es cuando podemos escuchar al Señor. Volviendo a Isaías, el verso 16 nos da la respuesta de la gente ante el ruego del Señor por descanso, reposo, quietud y confianza:
Isaías 30:16-17
“sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores. Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina.”
“sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores. Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina.”
Esa gente tenía sus planes en el cómo hacerlo. Puede que tu tengas los tuyos. Tu también puedes decir: “No, porque...” Puede que todo el día trabajes muy duro. ¿Sabes cuál es el precio? Debilidad, temor, ansiedad, derrota. Entre mas confíes en tus “caballos de fuerza”, más débil y seco te volverás. La única manera de encontrar fortaleza, vida y descanso es descansando en el Señor. Estando quieto y confiando en Él. No afanándonos por nada y mandando todas tus preocupaciones a Él. ¡Esa es la ÚNICA manera!
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